SINOPSIS:
Reinventarse tras un divorcio conflictivo es difícil, y más si has
de dejar atrás una gran estela de violencia y cicatrices. Pero Emma
Alvarado consigue seguir adelante y volver a sentirse viva, mujer, en
los brazos de otro hombre: un renombrado fotógrafo de piel negra, hecho
que conseguirá atraer de nuevo la atención de su ex pareja sobre ella,
desatando una obsesión enfermiza sobre su entorno más próximo,
golpeándola donde jamás sospecharía ser dañada. Y ¿qué puedes llegar a
sentir cuando descubres que tu marido es un asesino?
Emma se verá empujada por este hecho a un destino incierto, desde las
costas de Galicia hasta las selvas más profundas e inhóspitas de
Colombia, buscando al hombre que consiguió arrebatárselo todo.
Una conmovedora historia de amor y odio que nos demuestra con claridad
terrible los entresijos de la mentalidad humana, y todo aquello de lo
que es capaz el hombre… y la mujer’.
LA AUTORA:
Lorena es una maestra pontevedresa, nacida libra en
octubre de 1985. Devora libros desde que era una niña y para ella leer
es un acto íntimo y personal, jamás la veréis con un libro en la parada
del bús o en una cafetería pues necesita silencio y soledad para rendir
su particular homenaje a la obra y al autor. A la hora de escribir,
sobre todo de noche, aguarda la presencia de hados y musas. Escribe para
sí misma y ahora, gracias a la gran acogida de "La Dama Negra" por
parte de los lectores, lo hace también para los demás.
MI OPINIÓN:
La verdad es es que la sinopsis y la portada de este libro no me atraían mucho y si hubiera tenido que comprar el libro viéndolo en una librería seguramente no lo hubiera hecho.
Pero cuando llegó a mis manos por vía de la autora debo reconocer que me picó la curiosidad por leerlo. Mi intuición me decía que podía haber mucho más en el contenido que detrás del diseño un tanto soso que le habían proporcionado al libro, y me alegro muchísimo de haber seguido esa intuición porque no me equivoqué en absoluto.
Desde las primeras páginas me metí al cien por cien en el mundo de Emma, con sus crudas circunstancias y tesón para conseguir lo que necesita para sentirse bien consigo misma: Venganza.
El libro toca temas muy delicados y no es apto para públicos demasiado sensibles, tiene mucha acción y mucha rudeza a la hora de describir la violencia de género o las acciones de los guerrilleros colombianos, pero desde luego no deja lugar al aburrimiento en un sólo momento.
Es un libro que yo personalmente describiría como impactante, por los temas de actualidad que toca con toda la crueldad que conllevan, la forma en la que a una mujer víctima violencia de género le pueden llegar a destrozar la vida, la poca humanidad que existe en el mundo del narcotráfico, resumiendo y sin querer adelantar más de la cuenta: La dura supervivencia de los peces en un mundo lleno de tiburones.
Pero lo que realmente me ha dejado boquiabierta es el final, que es totalmente imprevisible y un gran punto a favor de este libro en el que al final todas las piezas encajan, las dudas que puedan surgir a lo largo de la historia se disipan y nada es lo que parece.
En mi opinión una obra maestra merecedora de que sea dada a conocer y difundida para que el máximo de lectores posibles puedan tener el placer de conocer a esta estupenda autora.
¡Mi más sincera enhorabuena por el gran trabajo a Lorena Abal Louzán!
ENTREVISTA CON LA AUTORA:
Para empezar, se me
plantean algunas preguntas como por ejemplo cómo surgió la idea de este
libro.
Se me ocurrió la idea de la trama viendo el telediario. Son tantas las
mujeres maltratadas por sus parejas en España que la novela nació casi
como una necesidad: Emma gritó para que le diese voz.
Empecé a leer
informes del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia y se me
quedó grabada esta frase: “los agresores suelen matar de cerca y
utilizar métodos extremadamente crueles”. Se incluían datos y
porcentajes sobre los tipos de agresiones, todos ellos escalofriantes.
Mi preocupación por el tema se intensificó cuando llegó a equipararse el
terrorismo de ETA con el machista que asesina a mujeres y niños, de
modo que se requirió un gran pacto de Estado.
Supongo que ese fue el
detonante, el origen de Emma, y también donde reside gran parte de su
fuerza y humanidad. Debo confesar que en ella hay rasgos de mi abuela
materna, una mujer que sufrió durante más de cuarenta años la presencia
de un marido maltratador. De hecho hay un suceso en la novela basado en
ella, algo que ocurrió en la vida real y que me conmocionó siendo niña.
Además soy apelante de la ONG Amnistía Internacional y por ello estoy
informada de la situación de los Derechos Humanos en diferentes países, y
Colombia siempre ha sido foco de maravillas y perversiones, un lugar
exótico que encierra en su corazón un mundo de drogas y secuestros.
Ambas ideas se fusionaron hasta que la novela tomó cuerpo y forma.
Tratas
temas muy delicados como la violencia de género, el narcotráfico,
incluso en algún momento los campos de trabajo con menores. ¿Cómo te
documentaste y cuánto tiempo te costó aproximadamente?
La ambientación y documentación fue sin duda la parte más difícil. Hace
años necesitabas acudir a bibliotecas especializadas y meter la nariz
entre docenas de libros para sacar conclusiones claras y específicas,
sin embargo hoy en día con las nuevas tecnologías tenemos el mundo en la
palma de la mano y el problema no es ya documentarse, sino realizar una
criba real y objetiva entre toda la polución informativa que existe
sobre un mismo tema.
Ambientar “La Dama Negra” en la actual Colombia del
narcotráfico y las guerrillas me costó casi dos años, y de entre todos
los datos recopilados recuerdo especialmente un reportaje de Carlos
Villalón titulado “Caquetá, tierra de cocaína” (National Geographic) que
reflejaba la vida en ese país de forma magistral. Colombia es un
paraíso en el que el blanco de las orquídeas puede fácilmente teñirse
con el rojo de la sangre, donde más de 13.000 personas han sido privadas
de su libertad por la fuerza desde 1996. Fue todo un reto intentar
comprender ese mundo y poder así arrojar a Emma a sus selvas.
¿De
dónde sacaste información tan detallada de todo el arsenal de armas que
describes?
Esta pregunta me la hacen mucho, supongo que es algo que sorprende, pero
lo cierto es que todo ello se lo debo a mi padre y a su licencia de
armas. En casa siempre ha habido escopetas, espadas, cuchillos e incluso
preciosas ballestas de madera con las que me entusiasmaba disparar.
Solía recibir revistas sobre armamento, logística y caza, algo que me
parecía muy interesante y revelador. Además una de mis heroínas de la
juventud, Ayla (saga “Los Hijos de la Tierra”, Jean M. Auel), utilizaba
para defenderse una honda y piedras, y de algún modo me inculcó el deseo
de conocer más sobre las armas y el modo de usarlas.
¿Tenías una
idea en concreto de la historia y el desenlace o fue surgiendo mientras
escribías?
Creo que esta es la primera vez que lo digo (y que me lo preguntan),
pero dejé la novela inconclusa durante un par de años, tardé meses en
poder escribir los últimos cuatro capítulos. La novela iba surgiendo
bajo mis manos, seis páginas al día, ni más, ni menos, con una facilidad
pasmosa, ligera y vibrante.
Pero de repente la inspiración huyó de mí,
Emma se quedó flotando en el aire y yo me pregunté, antes de olvidarme
de todo por completo y durante muchos meses, qué iba a ser de ella. Sin
embargo un día, de repente, como suele ocurrirme a la hora de escribir,
volví a sentarme en el despacho, frente al ordenador, y la historia se
definió sola. Emma ya estaba lista para el final.
Dicen que cada libro lleva una parte de su escritor/a...
¿Te identificas
en algún sentido con Emma o alguno de los otros personajes?
No he tenido hijos y realmente no sé lo que es sufrir como madre, pero
tuve una experiencia personal muy similar a la de Emma cuando una peque
de cuatro años a la que adoraba y a la que vi crecer fue atropellada
junto con sus padres. Ella murió, y mi familia, antes muy unida y feliz
se resquebrajó y separó, y yo tuve que enfrentarme al dilema de la
muerte y el sentido de la vida sin tener clave alguna para entenderlos.
Lo que sí pude comprobar es que el dolor, descarnado y cruel, es
imborrable, pase el tiempo que pase. Tras casi catorce años se han ido
las punzadas lacerantes, pero sigue la pena, que discurre de forma lenta
y constante.
¿Qué le aconsejarías a cualquier mujer en la situación de Emma o
parecida, que fuera víctima de la violencia de género?
Huye. Rompe con todo tu mundo y huye. Mi abuela soportó palizas,
amenazas, brazos rotos y vergüenza durante muchísimos años, y todo por
un miedo absurdo a lo que dirían los demás si se separaba de su marido.
Si tu vida ya no vale nada porque la persona que tienes al lado así lo
ha decidido, entonces no tienes nada que perder, y ni siquiera los hijos
pueden ser un lastre. Llévatelos contigo. Desaparece.
Hoy en día,
además, muchísimas asociaciones te ayudan a enmascararte y difuminarte
entre la gente para que no te sigan la pista ni te encuentre, para
volver a empezar, lejos de él y de su alcance.
El contenido de la
novela es bastante ruda y cruel, ¿te ha afectado a la hora de
escribirla?
He leído y vivido tanto este tema que prende en mí una rabia muy ciega
cuando hablo de ello. Las injusticias, el maltrato, las violaciones de
derechos humanos, el poder del dinero, todo ello pudre un mundo que
podría ser hermoso y perfecto. Pero los seres humanos somos así,
corruptores de todo aquello cuanto tocamos, y es ese convencimiento de
nuestros grandísimos defectos lo que me apabulla. A veces parece una
tarea titánica y totalmente inútil el luchar por una “causa justa”.
Cuántas veces no habré enviado cartas y llamamientos a gobiernos y
políticos para, por ejemplo, evitar que apedreasen hasta la muerte a una
mujer, y luego ver, impotente, que vuelve a repetirse la escena solo
unos días después. O algo que me ha puesto los pelos de punta estos
días: que alguien cuelgue en internet el vídeo de un asesinato en
directo en Uganda, y que no pase absolutamente nada. Creo que a
cualquier persona con un ápice de humanidad le hervirá la sangre ante
sucesos así.
¿Cómo entraste en el mundo de la escritura y qué
obras tienes a parte de "La Dama Negra"?
Empecé a lo grande, me atreví a escribir una novela con tan solo catorce
años, sobre la relación amorosa que se establecía entre un profesor y
su alumno durante la dictadura de Franco. Tras semejante atrevimiento
siguieron poemas y relatos, el apoyo de mis padres y maestras del
colegio, y por fin, una novela titulada “El Ángel Caído”, inédita en
España pero que fue semifinalista del Premio Literario Iberoamericano
Territorio de la Mancha de Miami, en el año 2005.
Ese creo que fue el
mayor empujón que recibí, el que más me animó a seguir adelante, y así
surgieron “Arde Roma”, “La Dama Negra”, y la novela que escribo
actualmente, de la que no añadiré nada por el mítico temor a gafarla.
¿Cuáles son tu autor y libro favoritos?
Soy una gran admiradora de Alberto Vázquez-Figueroa y Anne Rice. Son
géneros bastante diferentes pero igualmente atractivos a mis ojos,
directos, violentos a veces, pero también reales y apasionantes. En mi
biblioteca reinan autores tan dispares como Stephen King, Johanna
Lindsey, León Tolstói, Fiódor Dostoyevski, Frank Herbert o Robin Cook,
amén de otros muchos innumerables e igualmente importantes, entre ellos
una obra que destacaré siempre es “El jinete de Bronce” de Paullina
Simons, porque fue un libro que estuve tentada de estampar contra la
pared, con el que me enfadé y al que dejé de lado durante semanas hasta
que la curiosidad me pudo y me obligó a retomarlo. El triángulo amoroso
que se forma en la historia llevó al límite mi paciencia, pero son
precisamente las novelas que nos vuelven el mundo del revés y nos
provocan convulsiones las que no se olvidan jamás.
¿Estás
trabajando actualmente en otro proyecto?
He dado un paso hacia el “lado oscuro” y estoy inmersa en una novela de
terror. Es complicado y divertido, no había intentado antes moverme en
el mundo de la fantasía. Hace muchos años gané un concurso escolar con
un pequeño cuento que ahora me sirve de punto de partida. Me rondaba
desde hace tiempo la idea pero no conseguía darle cuerpo hasta que me
senté delante del ordenador y empecé a teclear. Escribir de noche es una
buena forma de meterme en el papel. Me siento orgullosa de lo que va
saliendo.
¿Qué le aconsejarías a cualquier autor novel?
Que no se desanime jamás, y que sea paciente. Yo no llegué a desanimarme
a pesar de las muchísimas negativas que me enviaron las editoriales a
las que envié mi novela, pero intentar publicar conlleva un esfuerzo y
un desgaste importantes, tanto económico como mental (es increíble
cuántas veces te piden que les envíes originales en papel y adjuntes el
archivo en un pen o tarjeta, como si todo ello fuese gratis).
Un pequeño
éxito que me infundió valor fue quedar semifinalista en Miami, aunque
también me ayudó saber que a J. K. Rowling la rechazaron multitud de
veces antes de darle la oportunidad precisa, al igual que hicieron con
Gabriel García-Márquez y su “Cien años de soledad”. Si incluso a ellos
les negaron su preciosa valía, qué no harán con nosotros, pobre
desconocidos
¿Crees que en los tiempos que corren la literatura
está perdiendo importancia para la gente?
En absoluto. La literatura es nuestra particular “fuga de Alcatraz”.
Cualquier persona que lee una novela espera con impaciencia poder
olvidarse de las penurias de su mundo para sumergirse en algo diferente.
Supone una ruptura con la realidad y es sumamente importante, al igual
que el cine o la música. Cada género a su modo ejerce el mismo poder
sobre nosotros: son opio para el alma. Nos ayudan a sobrellevar la carga
que supone un país corrupto, envejecido y cada vez menos esperanzado.
La literatura es un antidepresivo natural.
¿Ebook o papel?
Como fiel seguidora de las locas proezas de Green Peace, debería decir
libro electrónico, pero lo cierto es que parte de mí, la romántica
soñadora, siente un placer absoluto al abrir un libro en papel, oler sus
páginas, tocar sus tapas y acomodarlo sobre un cojín para leerlo en la
cama. Todo pierde parte de su encanto cuando tienes una tableta lisa en
la mano, pero lo cierto es que ahorras espacio, dinero y sobre todo
muchos árboles.
Y por último: En mi opinión (muy personal), por
desgracia el contenido del libro hubiera merecido tanto una mejor
sinopsis como una portada más llamativa... ¿fue cosa de la editorial?
Porque si fue así me parece una lástima, esa novela la sacas con una
portada a color y más llamativa y hubiera sido ya la releche... es sólo
una observación al margen...
Pues lo cierto es que estoy de acuerdo contigo y es algo que me enfadó
mucho en su momento. Yo era una absoluta pazguata en lo que a trabajar
con editoriales se refiere, siempre había creído que la sinopsis debía
hacerla el departamento de márketing como poco, porque es el anuncio de
venta al público, al igual que la portada, que debiese haber sido
diseñada por un ilustrador profesional que hubiese conocido fielmente la
novela.
Pero me encontré con que la Editorial Abecedario actuó de forma
muy poco profesional, de hecho lo sigue haciendo, y tuve que entregar
yo misma una portada. Yo no soy ilustradora, no sé dibujar, de modo que
me quedé boquiabierta cuando me exigieron una imagen para la novela,
porque ellos no iban a aportar nada. Salió en mi auxilio Gersom Espinosa
Teruel, un amigo que estaba estudiando ilustración y que gratuitamente y
con todo el cariño del mundo hizo un dibujo de lo que pudo. Se lo
agradeceré en el alma porque de lo contrario, no sé cómo la habrían
publicado, tal vez solo con el título y mi nombre. (...) Estoy
pensando en buscar alguna otra editorial a la que pueda interesarle la
novela, me apena mucho no por lo económico, que tampoco supone tanta
pérdida (no creo que haya vendido miles de ejemplares), pero si porque
ha tenido una acogida insospechada y muy buenas críticas.
EDITORIALES ¡YA SABÉIS! HAY UNA GRAN ESCRITORA BUSCANDO NUEVA EDITORIAL...